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Las altas cotas de temporalidad, la precariedad, la destrucción de empleo fijo y la previsión de jubilaciones ponen en peligro la calidad asistencial

La tendencia de los últimos años ha sido la de destrucción de empleo fijo y un aumento exponencial de los contratos temporales. Los servicios de salud se han convertido en una gran empresa de trabajo temporal y hemos alcanzado más del 40% de personal contratado. Al mismo tiempo, el crecimiento de jefaturas dobla al crecimiento de la plantilla. Todo esto provoca desigualdades en sueldos, jornadas y cargas de trabajo.

En Osasunbidea anualmente se pierden de media 90 plazas o puestos. La falta de reposición del personal ha elevado de forma considerable la edad del personal fijo de tal manera que en el plazo de 10 años se jubilará el 30% de la plantilla (1.719 personas). La suma de ambas cifras, 1.719 jubilaciones más 900 plazas destruidas nos presenta un panorama en el que, de seguir la tendencia actual, dentro de 10 años 2.619 plazas fijas (46%) habrán desaparecido si no tomamos medidas legislativas que aseguren su reposición con personal fijo y estable.

En Osakidetza, el 60% del personal fijo supera los 50 años. De estos, un 13% supera los 60. Tan solo un 11% del personal fijo cuenta con una edad inferior a 39 años. Según datos de la propia Osakidetza, solo en el periodo 2013-2018 se perderán más de 4.000 plazas fijas de un total de 26.000 fijos, ya que se prevé una jubilación del 16% en este periodo. A estas cifras habría que añadir el empleo fijo que se pierde por otras causas.

En ambos servicios se constata la tendencia continua a la pérdida de empleo fijo y al envejecimiento de la plantilla debido a la falta de reposición.

La temporalidad no solo se ha vuelto endémica, sino que el número de personal contratado temporal por la falta de reposición está alcanzando cifras totalmente alarmantes.

Se está produciendo un aumento
del número de contratos pero
no tanto de las personas contratadas.

Se acumulan diversos contratos en diferentes servicios para la misma persona, por lo que su situación se precariza ante la incertidumbre de no saber cuándo y dónde va a trabajar.

Además, a todo esto se añade un factor de excesiva rotación de profesionales por distintos puestos, lo que tiene ya consecuencias directas en la caída de la calidad asistencial.

En definitiva, los datos apuntan a una destrucción del empleo fijo, a una plantilla envejecida sin reposición y a una temporalidad sin precedentes que ponen en peligro la adecuada prestación de la asistencia sanitaria.

Incluso los índices de mortalidad se ven afectados por la situación de precariedad del sistema sanitario. Los estudios realizados por distintos colectivos profesionales y sociedades científicas establecen una correlación directa entre la ratio de profesionales y la disminución de la mortalidad.

Desproporción entre profesionales

TIRA SANITARIOSNuestros servicios de salud muestran un gran desequilibrio entre los diferentes estamentos y profesionales que intervienen en la atención sanitaria. El Estado Español está muy por debajo de la media europea en cuanto a ratio de profesional por paciente. En Europa existe casi el doble de efectivos asignados en lo que se refiere a atención directa.

En los equipos sanitarios debe existir la proporcionalidad entre categorías profesionales para que no se produzcan desequilibrios en las plantillas y no se prime a unos profesionales sobre otros. Los desequilibrios actuales entre categorías profesionales se manifiestan en una excesiva medicalización, muy significativa en Atención Primaria, que impide que el sistema sea más resolutivo por el excesivo número de consultas y pruebas que no se pueden resolver por falta de medios y personal de otras categorías.

Cuanto mejor es la sanidad de un país, mayor es la cantidad de profesionales por habitante y existe un equilibrio entre estos. No olvidemos que el Estado Español ocupa el puesto 19º de los sistemas de salud europeos y eso sí, es la tercera más eficiente a nivel mundial, a costa de las pésimas condiciones laborales del personal.

Datos a nivel europeo: donde existe un número dimensionado de profesionales atendiendo de forma equilibrada a la población, se establece un aumento de la calidad de vida y de atención del paciente. Esto es debido a la labor de prevención realizada por las profesionales y la consiguiente disminución de las complicaciones de las diversas patologías. Desde la perspectiva económica se produce una disminución del gasto sanitario a medio y largo plazo.

La proporción entre personal sanitario en Osasunbidea y Osakidetza,
a pesar de ser ligeramente mejor que en el Estado Español,
está muy lejos de la proporción a nivel europeo.
El Estado Español presenta las peores ratios de toda Europa.


Con unas plantillas envejecidas, el ritmo de jubilaciones se va a disparar

TIRA EDADLa imposición desde Madrid de no permitir la reposición de la plantilla fija ha supuesto el envejecimiento de la plantilla. Al ritmo de jubilaciones que se prevé en los próximos años la destrucción de empleos fijos va a ser alarmante.

En Osakidetza dentro de 15 años el 60% de la plantilla fija actual habrá alcanzado la edad de jubilación. En Osasunbidea será un 53%.


Una temporalidad alta perjudica al sistema sanitario

TIRA TEMPORALIDADLa calidad del empleo está directamente relacionada con la calidad asistencial. Es inaceptable el porcentaje de temporalidad que sufrimos. En la actualidad ronda el 40% tanto en Osakidetza como en Osasunbidea. Mientras no se baje del 15% no se puede hablar de calidad en el empleo ni en la asistencia sanitaria.

La temporalidad nunca debe ser superior al 15%. La cobertura de reservas de puestos (excedencias, jefaturas...) supone un 8% de la temporalidad.


La tasa de mortalidad aumenta durante la crisis

TIRA MORTALIDADLos datos de la tasa de mortalidad son claros. Se constata un incremento asociado al deterioro de las condiciones de trabajo, los recortes y el aumento de la precariedad. Esto mismo sucede en Osakidetza y en Osasunbidea.

Diversos estudios establecen una relación directa entre una ratio equilibrada de profesionales sanitarios y una disminución de la mortalidad.


Una tendencia que pone en peligro la calidad asistencial

TIRA TRABAJO FIJOEl empleo fijo se ha desplomado en los últimos años y, de seguir la tendencia actual, en diez años se podría perder casi la mitad del empleo estable. Tanto en Osasunbidea como en Osakidetza se constata esta tendencia que provoca también el envejecimiento de la plantilla fija debido a la falta de reposición. Todo ello compromete la calidad asistencial.

En Osasunbidea se pierden 90 plazas al año a las que hay que sumar las jubilaciones. En 10 años se habrá destruido el 46% de las plazas. En Osakidetza solo el 11% del personal tiene menos de 39 años.

 

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